Cate: La gente, sus casas, sus calles, sus parques, las piedras de los ríos, el aire que se respira dice tanto de la ciudad que deberíamos irnos seguido... fue algo así como si estuviéramos caminando cuando vivía Dolores Veintimilla de Galindo, en el siglo XVIII, sólo faltaba el vestido y ya. Me parecía escuchar al cura que levantaba al pueblo en contra de ella acusándola de adúltera.
Debo:.Sabe que yo escuché sus lágrimas y su lastimera voz pidiendo a su corazón << y si olvidar no puedes al ingrato, te arrancaré del pecho corazón>>
Cate: Y ésta estrofa: << mil veces sorprendiste madre amada, en mi boca un suspiro abrasador; y, era él quien lo arrancaba de mi pecho. El, la fascinación de mis sentidos. El, ideal de mis sueños más queridos. El mi primero, mi ferviente amor...>>
Debo: Deberían, amigos lectores, leer ésta poesía, es maravillosa, es genial( mi palabra favorita).
Cate: Se acuerda Debo, que cuando declamó en el colegio, todos pensaban que usted lo había escrito y se preguntaban de quien estaba enamorada para amarle así.
Debo: No me haga acuerdo, que vergüenza, decían que era con dedicación y el que se acercaba era para decirme que él también me amaba igual ja ja ja.
Cate: Queridos lectores, si leen la poesía, de seguro se acrodarán de Cuenca, de la vida triste y el suicidio de la autora tan joven y más que todo de su primer amor.